top of page

SANAR TU NIÑO INTERIOR:DE LA TRISTEZA A LA ALEGRÍA VERDADERA

Actualizado: 9 feb



Uno de los maestros que mas me ha inspirado y acompañado en mi camino espiritual y de sanación ha sido Thich Nhat Hanh.


El primer libro que leí fue “El Arte de Cuidar a tu Niño Interior” y este pequeño libro fue el inicio de un viaje hacia lo mas profundo de mi ser. Muy suavemente me llevó a entender las heridas mas profundas de mi infancia. Me dio herramientas verdaderas para sanar experiencias traumáticas.































El libro muestra que la ira, la tristeza y el miedo pueden convertirse en paz y alegría si se aprende a explorar, meditar y hablar de nuestras emociones. A través de prácticas y ejercicios de respiración y concentración podremos sanar el dolor que muchos de nosotros sentimos de adultos a causa de los traumas de la infancia y conseguir transformarlo en una fuerza de compasión y reconciliación con nuestro niño interior.


Los libros hablan directamente a nuestra alma, y son capaces de abrir puertas en nuestro corazón que creíamos cerradas. Nos llevan de regreso a nuestra esencia y nos ayudan a entender, y a veces casi sin darnos cuenta, logramos soltar esas mochilas que cargamos de dolor y sufrimiento. Dentro de ese dolor y sufrimiento se encuentra encapsulada infinita sabiduría y amor incondicional. Y si nos permitimos sentir ese profundo dolor, si damos la oportunidad a ese niño/a interior de expresarse descubriremos que es posible transmutar ese dolor en compasión.


Compasión es el antídoto de la vergüenza y la culpa que cargamos muchas veces de generación en generación. Lo mágico de estos procesos es que con las herramientas adecuadas, y este libro definitivamente las proporciona, podemos disolver bloqueos que nos impiden manifestar abundancia y prosperidad en nuestras vidas.


“En el momento en que yo puedo aceptar totalmente la herida y me permito sentirla, ya no puede afectarme. Acéptala totalmente, permitete sentirla para entender que vino a enseñarte”

Cada uno de nosotros lleva dentro un niño herido que necesita nuestro cuidado y amor. Pero huimos de nuestro niño interior porque tenemos miedo del sufrimiento. Además de escuchar a los demás con compasión, también debemos escuchar al niño herido que llevamos dentro.


Ese niño pequeño necesita nuestra atención. Tómate el tiempo para regresar y abrazar con ternura al niño herido que llevas dentro. Puedes hablarle al niño con el lenguaje del amor.


"Querida, en el pasado te dejé sola. Me he alejado de ti por tanto tiempo. Lo siento. Ahora he regresado para cuidarte, para abrazarte. Sé que sufres mucho. , y te he descuidado. Pero ahora he aprendido la manera de cuidar de ti. Ahora estoy aquí ".

Si es necesario, podemos llorar con ese niño. Siempre que nos sentemos, podemos pasar tiempo sentados y respirando con ese niño. "Inhalando, vuelvo hacia mi hijo herido; exhalando, cuido bien de mi hijo herido".


Cuando salgamos a caminar, podemos coger la mano de nuestro pequeño.


Debemos hablar con nuestro hijo varias veces al día para que se produzca la curación. El niño ha estado solo durante mucho tiempo, por lo que debemos comenzar esta práctica de inmediato. Vuelva a su niño interior todos los días y escuche durante cinco o diez minutos y se producirá la curación.


Nuestro hijo herido no somos sólo nosotros; él o ella puede representar varias generaciones de antepasados. Nuestros padres y antepasados ​​pueden haber sufrido toda su vida sin saber cómo cuidar al niño herido que llevaban dentro, por eso nos lo transmitieron a nosotros. Entonces, cuando abrazamos al niño herido que llevamos dentro, abrazamos a todos los niños heridos de generaciones pasadas. Esta práctica no sólo nos beneficia a nosotros; libera innumerables generaciones de antepasados ​​y descendientes. Esta práctica puede romper el ciclo.


— Thich Nhat Hanh en El arte de comunicar


Investiga, y sobretodo escucha tu cuerpo.

Te mereces una vida mejor!

Con gratitud

Gabriela Ana

Coach de Salud Holistica


P6129031.jpg
logo_01_blanco.png

GABRIELA ANA

Health Coach

bottom of page